En diversas oportunidades hemos tocado el tema de la introducción de alimentos sólidos, papillas, y alimentación complementaria en general para lactantes. Hoy hablaremos nuevamente del tema, dando algunas recomendaciones desde el punto de vista nutricional y de la crianza respetuosa, desglosando y comentando el Método del Dr. Eduard Estivill para comer y sus "consejos prácticos, extraídos de la revista Mi Bebé y Yo.

En primer lugar, y antes de entrar en materia, cabe recordar que la alimentación es una de las primeras fuentes de placer para el ser humano. Al nacer, nos colocan sobre el pecho de nuestra madre, e instintivamente mamamos. Al tomar el pecho se segregan hormonas - y las ingiere el bebé también - que causan relajación y sensación de placer. ¿Para qué les cuento esto? Porque así como la lactancia materna, que es la primera forma de la cual se alimenta un bebé es fuente de placer, la alimentación complementaria, y los sólidos en general durante el resto de nuestras vidas lo son también. Placer, nutrición y salud.

Por otra parte, la introducción de la alimentación complementaria, tal y como lo explica Carlos González, suele recomendarse en torno a los 6 meses de edad, y/o previa comprobación de que el niño está listo, dispuesto, es físicamente capaz y muestra interés por la comida. 


¿Cómo saber si mi hijo está listo para comenzar con la alimentación complementaria?


Básicamente hay tres señales, la primera es que pierden el reflejo de extrusión - esto es: expulsar con la lengua cualquier cosa que le introduzcamos en la boca -, la segunda es poder mantenerse sentado y/o erguido por sí solo - por la sencilla razón de que si cae hacia atrás mientras tiene algo en la boca puede broncoaspirarlo -, y la tercera es que muestre interés por la comida - esto se ve cuando nos sentamos todos a la mesa, bebé incluído, obviamente, y el pequeño estira su manito para tratar de coger algo de nuestro plato.

¿Empezamos con papillas o mejor con comida "normal", o "comida de verdad"?

Algunas de las razones por las cuales se introduce la alimentación complementaria en torno a los 6 meses, son las señales que mencioné anteriormente, otra es porque las reservas de hierro que el niño recibió de la sangre materna pudieran estar agotándose en ese período y la otra es para comenzar a experimentar con los cinco sentidos con la comida. El hecho de meterle a un niño un objeto extraño en la boca (la cuchara, por ejemplo), dependiendo del niño, puede ser bien recibido, o percibido como una invasión de su cuerpo. El niño no tiene control alguno, salvo que meta la mano y tire la cuchara...

Si en cambio servimos al niño un par de alimentos atractivos, coloridos, de distintas texturas en un plato para que coma con sus manos, estará viviendo los alimentos con todos sus sentidos, experimentando... Tendrá control de la situación. Seguramente los mirará primero, luego los tocará, intentará tirar algunos al suelo a ver si suenan, puede que los aplaste, que pruebe alguno, que los huela, etc. Es una experiencia multisensorial y muy placentera. ¿Cuándo fue la última vez que comiste spaghettis con las manos? Pruébalo y recordarás qué divertido es :)


¿Y no se atragantan los niños cuando se les sirve comida de verdad?

Pues puede que se atraganten, para eso está el reflejo de la tos, para tratar de expulsar algo que obstruya las vías aéreas. También es conveniente que esté sentado erguido cuando coma, y OBVIAMENTE que esté en compañía de una adulto atento. Suena un pelín exagerado quizás, pero a mí me parece bien conocer la maniobra de Heimlich - no se asusten - no es que realmente la vayamos a usar, sino que al conocerla, estaremos mucho más tranquilos de que no pasará nada, y lo más probable es que no tengamos ni que usarla.

Otra cosa a tomar en cuenta es que la comida debe ser jugosa, y/o tierna, o que se deshaga al masticarla un poco. A los seis meses de edad un bebé suele tener si acaso dos dientitos, entonces la mayoría de la "masticación", más bien trituración, ocurre gracias a las encías, por lo que la comida que le ofrezcamos debería ser fácil de deshacer en la boca...


¿En qué orden introducir los alimentos?

Esto es motivo de debate ¿o mejor digo estilo y preferencia personal de cada pediatra? Algunos recomiendan comenzar con cereales, otros con verduras, otros con frutas...

Resulta que si aplicamos la lógica, sabiendo que la leche materna es el alimento ideal y más completo para un niño en edad lactante, y sabiendo que su estómago es pequeñito, procuraremos que los alimentos que introduzcamos, gracias a los cuales puede disminuir un poco la ingesta de leche materna, tengan un valor nutricional lo más rico posible - lo más cercano al de la leche materna.

Carlos González explica esto estupendamente bien en su libro Mi niño no me come, cuando dice la papilla de vegetales que suelen preparar las madres normalmente tiene muchos menos nutrientes que la leche materna, y que si intentamos que coma una "buena" cantidad de ella, el niño puede quedar con hambre o desnutrirse...

¿Y las alergias?

Para evitar alergias es recomendable probar un alimento a la vez, durante unos tres días seguidos aproximadamente para ir observando si el pequeño tiene alguna reacción adversa o manifiesta alergias, malestar digestivo, etc. Una vez descartados varios alimentos, se pueden combinar para hacer comidas cada vez más sabrosas :)

¿Y el hierro?

Volviendo al tema del hierro, ya hemos dicho que los alimentos sólidos deben tener el mayor valor nutricional posible, y también es aconsejable que sean ricos en hierro - el único mineral que puede llegar a faltarle a un niño alimentado exclusivamente con leche materna cuando ronda los 6 meses. Si lo ingerimos a través de los alimentos, pues es poco probable que tengamos problemas.
Algunos alimentos ricos en hierro son el hígado de pollo,  de ternera, de cerdo, de pavo, de cordero, la carne de res o ternera, de pavo, de cerdo, las legumbres como los garbanzos, los frijoles, las lentejas, las habas, los guisantes, las verduras verdes como espinacas, coles, alcachofas, brócoli, acelgas, los cereales como la avena, la cebada, el arroz y el trigo y algunos frutos secos como las ciruelas pasas, y los dátiles.

¿Qué cantidad de comida es recomendable para cada edad?

Pues eso quien lo sabe mejor es el niño :) Salvo en casos de anemia, en donde se inicia un ciclo vicioso en el que gracias a la anemia no tenemos apetito, y gracias al apetito no comemos, y al no comer, pues empeora la anemia - el apetito biológico de un niño suele ser la mejor medida de cuánto debe comer.

Siempre y cuando le ofrezcamos alternativas sanas, y demos el buen ejemplo comiendo nosotros también de manera adecuada, lo más probable es que el niño coma de forma sana.


¿Cuándo podemos ponerle sal y/o azúcar a la comida del niño? ¿Por qué no es recomendable darle sal ni azúcar a los niños pequeños?

Creo que mientras más se retrase la introducción de sal y azúcar refinada en la dieta de los niños, mejor. En primer lugar, y como me dijo nuestra enfermera de pediatría: es conveniente que el niño conozca el sabor original, verdadero de cada cosa y aprenda a apreciarlo. En segundo lugar es importante que evite estas dos cosas, al menos durante el primer año de vida. Es bien sabido por todos que el azúcar causa muchos males, son carbohidratos "vacíos", que no aportan ningún otro nutriente y pueden más adelante conducir no sólo a la caries dental, sino a la obesidad y otras complicaciones de salud.

Dicho todo esto - y espero no haberlos aburrido :) - entremos a explicar y desglosar los consejos prácticos del Método Estivill para Comer:

Recomendaciones previas antes de aplicar el método:

• Fijar un lugar, siempre el mismo, para que el niño coma.
¿Y para qué queremos que coma siempre en el mismo lugar? ¿Y qué pasaría si un día quisiéramos comer con amigos y alguien se sentara del lado de la mesa en donde acostumbramos sentar al peque? ¿Y si un día visitamos a los abuelos y no está "en el mismo lugar para que el niño coma"? ¿Y si nos apetece comer en un restaurant juntos? - A decir verdad, concuerdo con lo que dice Carlos González sobre las rutinas, que prefiere un niño maleable, adaptable, que pueda acostumbrarse y estar bien si come a la 1pm en casa, o a la 1:30pm en el parque porque les dio hambre estando fuera...
• Que sea un ambiente sereno donde pueda concentrarse en la tarea que tiene por delante: comer.
 ¿Comer es una "tarea"? Como les comentaba antes, a mi parecer, como muchas funciones fisiológicas tan sabiamente diseñadas por la naturaleza: comer es una experiencia placentera, no una tarea, ¿para qué hacerlo de manera "serena"? ¿Y dónde quedan las conversaciones en la mesa?
• Conviene que sea sólo una persona la que dirija y acompañe la comida del niño.
¿Y para qué lo va a alimentar una sola persona? ¿Dirigir?? ¿Y qué pasa si los miércoles el niño almuerza con su abuela porque su mamá tiene clases y su papá trabaja, y luego el resto de la semana le da la comida mamá y los fines de semana papá? ¿Para qué enfrascarnos, encasillarnos en una sola manera de hacer las cosas? ¿Para qué tanta rigidez?
• La estimulación positiva (antes, durante y al final de la comida) es básica para afianzar el aprendizaje en el pequeño.
Los que me leen habitualmente ya saben lo que opino acerca de los premios, recompensas y castigos, la estimulación positiva hace lo mismo: una motivación externa para que el niño realice alguna actividad. ¿Y para qué estimularlo externamente? ¿De verdad queremos que el niño aprenda a desoír su apetito biológico y sólo acepte comer cuando le hacemos el avioncito, "otra para mamá, ¡qué buen niñooooo!", "¡otro bocadito por la abuela que te quiere tantooooo!", "muy bien, cariño"?
• Se seguirán los pasos en las cuatro comidas del niñodesayuno, comida, merienda y cena.
Nuevamente rigidez y más rigidez, ¿para qué va a hacer cuatro comidas un bebé de 6 meses? Su alimento principal hasta el año de edad será la leche materna, como su nombre lo indica, la alimentación complementaria complementa la leche que ingiera el niño, siendo ésta su fuente principal de nutrientes (tanto en sentido biológico, como psico-afectivo y emocional, espiritual, etc.).

El método Estivill:
• Se retirarán cada vez que hagamos la pausa y se volverán a poner cuando reanudemos el siguiente intento.
• Se hace un primer intento de que coma durante 3 minutos.
• Si rechaza la comida, se para el proceso y se recoge todo.
• Durante los 3 próximos minutos, nos dedicamos a hacer otras cosas.
• Empieza el segundo intento, que durará ahora 4 minutos. Se procede con todo el ritual de nuevo. Si, transcurrido el tiempo previsto, el niño sigue sin comer bien, se para el proceso y se vuelve a recoger todo.
• Durante los 4 próximos minutos, nos dedicamos a hacer otras cosas.
• Empieza el tercer intento, que durará 5 minutos. Es el último. Si aún se resiste a comer, pasado el tiempo prescrito, se para el proceso y se recoge todo. Hasta la próxima comida.
• Si en cualquiera de los intentos el niño empieza a comer con regularidad, seguiremos dándole la comida aunque sobrepasemos el tiempo previsto. ¡Se trata de que aprenda a comer, no a comer rápido!
No nos alarmemos si el niño no come apenas las primeras veces. Tampoco si pierde peso al principio; no es importante. Está comprobado que, siguiendo este método, nunca un niño ha perdido peso de forma patológica.
¡Wow! ¿Esto les suena a comida familiar? ¿O a disciplina militar? Recuerden que hablamos de bebecitos de unos 6 meses de edad en adelante... ¿Les apetecería a ustedes comer de esta manera? Y encima argumentan que es una manera "para que tu hijo aprenda a comer bien y de todo". Si a mí me hicieran eso, la verdad es que no me apetecería comer nada, me suena más a tortura que a placer...

¿Les parece sensato o razonable o qué, el hecho de poner toda la mesa para el niño y quitarla cada tres minutos, e ignorarlo para volver a hacer "un segundo intento"? Es que me he quedado con los ojos como platos cuando lo he leído. En primer lugar, ¿a quién se le ocurre poner y quitar la mesa entera cada pocos minutos? ¿Qué mensaje le estamos dando al niño con esto? Yo creo que sólo confusión, ¿no? Y puede que ante tanto ajetreo e insistencia se disguste... ¡ah, claro! Cierto que Estivill en su método para enseñar a dormir a los niños dice que hay que dejarlos llorar progresivamente cada vez unos minutos más. Así extinguimos sus conductas instintivas (y sanas) a conveniencia del adulto.
Como dice MMar de El Blog Alternativo: "entonces mejor que se compren un Tamagotchi", ¿o no?

Como reflexión final, por si a alguien le quedan dudas del daño que puede hacer la aplicación del método Estivill para enseñar a los niños a comer: imaginen por un momento que la persona que más amas (tu mamá, tu esposo, esposa, hermana, quien quieras), te sirve un día una comida que no te agrada, y cada tres minutos quita la mesa entera, luego espera tres minutos, vuelve a poner la mesa y comienza a meterte nuevamente un cubierto cargado de una comida que no te gusta hasta que protestes, luego cuatro minutos y vuelta a empezar. ¿Aprenderías a comer de todo y bien? ¿Te parece una manera respetuosa de tratar a un ser querido (e indefenso además)? Porque un adulto en esa situación se levanta de la mesa, coge sus llaves y se va a un restaurant o a casa de una persona que no se comporte de esa manera, que le respete y le prepare algo rico de comer, o se cocina lo que le dé la gana. 

Un niño no, un niño se queda ahí sentadito, no tiene ni la independencia, ni la autonomía, ni la capacidad de hablar y protestar - mucho menos de hacer algo al respecto, salvo si acaso, tirar la cuchara y llorar ¿y le vamos a irrespetar así?< Y ahora la guinda: ¿Notaron que en ningún momento hizo mención de la leche materna? ¿De que lo recomendable es SIEMPRE dar el pecho PRIMERO, y luego ofrecer la comida? Curioso... Si tienes ganas de amargarle la vida a tu bebé y de pasar un muy mal rato con la introducción de sólidos, prueba el método y cuéntame qué tal en los comentarios...


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Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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5 comentarios:

  1. De nuevo Estivil plantea la educación de los hijos como un adiestramiento. Convertir el momento de alimentarnos en una serie de pasos, coacciones, dirección y chantaje ¿va a ayudar a nuestros hijos a "aprender" a comer con placer y alegría?

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  2. Ay, Louma... si es que aquí la única patología la sufre el propio Estivill. No hay más que leer sus métodos para darte cuenta de la fijación que le obsesiona. Un ser humano enfermo, bueno. Es lo que hay. Lo terrible es que sea aceptado como lo es y venda lo que vende......eso es lo que hay que analizar en profundidad porque a mi no me entra en la cabeza que haya gente aplicando estos "métodos" a sus hijos.... es impresionante

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  3. Jamas tuve problemas con la comida, mi hijo ha comido super bien desde el comienzo. Me parece que las madres somos las que tenemos los problemas que pensamos que se va a desnutrir que la teta no lo alimenta y bla bla... mi consejo es que si ves que el tema de la comida te genera mucho stress busques ayuda psicologica. En cuando al metodo del Dr que no voy a nombrar, creo que ni deberiamos mencionarlo porque asi de alguna manera le damos informacion desafortuna a tanto padre desesperado que no sabe que hacer.

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  4. pues mi niño no comía y no era por falta de hambre, de repente algo llamaba su atención y entonces se concentraba y comía con calma. me demostraba un día tras otro que podía no comer sólo por estar "aburrido", y con el método de " espera un rato que no te hago caso a tus caprichos" empezó a concentrarse más en la comida y menos en los estímulos externos. Me ayudó mucho. Solo un inciso: no retiraba toda la mesa, sólo su plato y cubierto, él ya entendía lo que había

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  5. ufff!!! por fin terminó la tortura de leer lo que dice ese señor!! yo de niña fui tratada con mucho respeto, recuerdo que no quería comer en mi casa porque prefería comer en la casa de mi vecina de enfrente, una señora mayor que a veces me cuidaba, y mi mamá lejos de enojarse, pegarme o negarme la comida, me llevaba el plato con comida a la vecina y allí comía feliz!! hoy como mamá, comemos como queremos, cuando queremos y lo que queremos!!!

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