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Si bien es cierto que todos queremos darle a nuestros hijos lo mejor del mundo, como futuros padres nos vemos bombardeados muchas veces por la publicidad, y nuestros familiares y amigos, cada uno con sus propios criterios acerca de la compra de productos. También es cierto que muchos de nosotros intentamos seguir una filosofía más bien de crianza con apego.

¿Alguno de ustedes ha visto alguna vez un anuncio fomentando la lactancia materna, el colecho o el porteo de bebés? Yo he visto muy pocos. Sin embargo, a diario nos vemos atiborrados de publicidad acerca de leches artificiales, a pesar de estar prohibido hacerlo, las agencias publicitarias han encontrado la manera de circundar la ley, promocionando la leche tipo 2 o 3. Luego están los amigos y familiares que te preguntan qué cuna has comprado, y un largo etcétera.

A pesar de todo lo que había leído durante mi embarazo, aún no había leído acerca del colecho. Mi mamá nos regaló una linda cuna plegable, musical, con vibración, cambiador, colchón regulable en altura, que se convertía luego en parque. Nos dejamos llevar por los consejos de mi mamá y de mi abuela: es super práctico tener una cuna viajera, porque cuando los bebés viajan (y como ustedes tienen pensado hacerlo), se sienten desubicados, y se les hace muy difícil dormirse fuera de su ambiente, y lo mejor es que tengan su propia cuna con ustedes para hacerle sentir que tiene un trocito de su hogar al alcance.

Luego del parto, aún estando en el Hospital Sant Pau, nos aconsejó una genial matrona, Lourdes Martínez, quien me cuidó durante el postparto; acerca del colecho y sus beneficios. Sam dormía muy de vez en cuando en la cuna, otras pocas en el capazo, y pasaba mucho tiempo en brazos y en la cama familiar. Cuando creció un poco más y lograba ponerse de pie (alrededor de los 5 meses), bajamos el colchón de la cuna para que no pudiera caerse. Nada más ponerlo en el parquecito, se ponía furioso. Lo detestaba a muerte, luego de un par de intentos me resigné. Si quería gatear o jugar lo dejaba en una manta o directamente en el suelo en verano, rodeado de juguetes o cualquier utensilio de cocina. Lo que finalmente entendí es que su "hogar", en cualquier parte del mundo era yo, eran los brazos y la teta de mami... O sea que esa cuna/cama casi no tuvo uso, pudiéramos haber aprovechado mejor ese dinero en algo más útil, pero como no lo sabíamos en el momento...

Con los juguetes a menudo nos dejamos llevar también, cuando un niño pequeñito es perfectamente feliz jugando con un cucharón plástico y un colador de pasta siempre y cuando nos tenga al lado. Es irónico que desde tempranísima edad enseñemos a nuestros hijos a buscar la felicidad y la diversión en las cosas materiales (como sustituto del calor humano).

Los portabebés me parecen una forma genial de tener al bebé cerquita, mantenerlo contento, oír cada ruidito que emite y saber lo que necesita antes de que sea demasiado tarde y se enoje; como sucede por ejemplo cuando el bebé está en otra habitación durmiendo en una cuna con un interfono... Nuevamente con el portabebé caímos en una opción más comercial, y nos dimos cuenta luego de haber usado el BabyBjörn durante unos 6 meses que no era lo más ergonómico, ni lo más sano para nosotros ni para nuestro hijo. A pesar de eso aprendimos lo cómodo que es tener a nuestro hijo cerquita, y luego de un poco más de investigación nos decidimos por un foulard/fular Easycare y hasta ahora ¡nos va genial!

Parece que la mejor manera de aprender es por ensayo y error... por más que leamos y nos informemos, no logramos abarcar toda la información necesaria; ahi es donde entra la experiencia supongo... En nuestro caso comenzamos con una cuna, acabamos colechando, comenzamos con un portabebé comercial (el que tenía los mejores comentarios de Amazon) para luego enterarnos en carne propia cuánto duelen los hombros luego de un par de horas con él puesto y la antinatural posición en la que queda nuestro hijito colgado a través de la maravillosa página de Red canguro.

Compramos un Bugaboo Cameleon del cual no me arrepiento para nada, de hecho adoro ese cochecito, tiene algunas fallitas, pero a mi parecer sigue siendo genial. Muchas de las personas que usan portabebés, dicen que es innecesario tener cochecito y silla de auto; sin embargo, aquí discrepo. Nosotros no tenemos automóvil, y a pesar de ello hemos utilizado suficientemente el Maxi Cosi. A mí, en lo particular me da terror subirme a un auto con mi hijo en brazos, se mueve muchísimo, es ligero, y ni Dios lo quiera en un frenazo repentino podría...(mejor ni lo digo)... En fin, en el carro, va siempre bien abrochadito en su silla de seguridad. Eso, a mi parecer no me parece caer en el lavado cerebral de la publicidad, ni en compras innecesarias. En algún momento uno tiene que tomar un taxi, o viajar en automóvil con amigos, y la forma más segura para el bebé es en un asiento especializado para tal función.

El extractor de leche materna me pareció una compra útil, yo lo compré luego de que el papá de mi hijo comprara un juego de esterilizador de microondas con teteros (porque no pensaba darle fórmula pero me hacía ilusión que en algún momento de cansancio él pudiera alimentar a nuestro bebé). Al final utilicé bastante el Medela Mini Electric cuando estaba hinchada produciendo más de lo que mi bebé tomaba, para prepararle sus papillas de cereales caseras, a partir de los 7 meses. Aunque en algunos momentos tuve que sacarme leche manualmente, lo cual no resulta tan complicado como suena antes de intentarlo, luego de probar un par de veces, le hallas el punto y te das cuenta de que el extractor no es completamente imprescindible...

Una de las mejores compras que hicimos, gracias al consejo de la matrona que nos dictaba el curso de preparación al parto, fue el cojín de lactancia. Realmente ayuda durante los primeros 6 o 7 meses más o menos a obtener una posición lo más cómoda posible, sin soportar todo el peso del bebé en un solo brazo. Incluso ayuda con gemelos durante la lactancia. Antes de los 7 a 8 meses el bebé ya se sienta solo, y sabe ponerse de pie, así que suele intentar tomar teta en nuevas posiciones y al menos en nuestro caso no aceptaba quedarse tranquilito encima del cojín. Sin embargo lo aprovecamos bastante los primeros meses. Kate Evans, ilustra deliciosamente las posturas creativas que adoptan los peques en estas etapas en la sección Mama Sutra, de su libro The Food of Love.

En fin, cada bebé, y cada familia es un mundo; y por ende tienen necesidades individuales. Lo mejor es ir poco a poco y ver sobre la marcha, no adelantarse intentando comprar todo lo mejor durante el embarazo para luego darse cuenta de que nos hemos dejado llevar y ahora tenemos media habitación llena de cosas que no utilizamos.

Más info:

Foto bajo licencia Creative Commons, algunos derechos reservados, cortesía de Pepper44

Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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3 comentarios:

  1. Me encanta tu página, cada día más bonita, con consejos sensatos y útiles, como en este artículo que puede ayudar a otras familias a no caer en compras apresuradas y desacertadas.
    ¡Felicidades!

    Joelle

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  2. Louma,

    Muy cierto, nadie experimentamos en cabeza ajena y vamos aprendiendo a prueba y error y muchas veces nos dejamos influenciar por la publicidad.

    Un abrazo

    Susana

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  3. Yo he podido esperimentar, como tú todo esto que comentas...en lo único que no estoy descauerdo es en lo que comentas de "Muchas de las personas que usan portabebés, dicen que es innecesario tener cochecito y silla de auto; sin embargo, aquí difscrepo."...creo que no lo has debido de entender bien, ya que absolutamente todas las mamis, usando o no portabebés, DEBEMOS POR LEY, usar una sillita de auto adaptada a los bebés para poder montarles. Está totalmente prohibido llevar a un bebé en brazos o en fular o ningún tipo de dispositivo que no sea una sillita adaptada para ello en un coche, al menos en España...

    Por otro lado, me he emocionado mucho ya que me ha hecho recordar lo que yo he pasado con mis bebés...mi hijo, el primero, del que no pude disfrutar de una crianza natural ya que me dejé llevar por familiares ect y le crié de una manera muy fría (cunas, sillitas, juguetes, biberones...) y sin embargo, en mi segundo hijo, una niña, he podido dejarme llevar y muy bien aconsejar por lugares como Multilacta y Red Canguro para encontrar la clave a todo lo que se refiere a criar con cariño...he podido y sigo, disfrutando de la lactancia con mi bebé, del colecho, de portabebés y de momentos que no tienen precio...cosas de las cuales mi hijo no ha podido disfrutar y a no ser que volvamos atrás en el tiempo, no podrá disfrutarlas....pero de todo se aprende!

    Enhorabuena por la pagina!

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