Share/BookmarkAntes de ser mamá, yo era de las personas que podían darle al botón de snooze del despertador durante al menos una hora... Cuando venía alguien a despertarme para ir al cole o más tarde a la universidad, era capaz de decirles un par de frases del estilo "buenos días fulana, gracias por despertarme, voy a levantarme a ducharme ahora, quédate tranquila que ya estoy despierta", como para que se fueran, y seguir durmiendo. Lo peor del caso es que una o dos horas después me despertaba de verdad, por mí misma sin recordar nada de esto.

Ahora todo es diferente, y la verdad es que es más dulce despertarme con la sonrisa de mi bebé. Con él gateando encima de mí, o tirándose pedos con la boca en mi barriga... Sam casi siempre se despierta antes que yo, y si ve colarse por las persianas un rayito de sol exclama "sunshine!" (brilla el sol), se sienta encima de mí, y jugamos un ratito, mientras yo sigo 95% en brazos de morfeo... Él se baja de la cama, y me dice "mommy up!" (párate mamá), y yo respondo con un "hmmmmmmm, tengo sueño". Él insiste, me dice "mommy feet shoes" (mamá pies zapatos), para que me ponga mis pantuflas. Yo asomo los pies fuera del edredón, él intenta ponerme mis zuecos (muchas veces se le caen, alguna vez lo logra). Me parece tan, tan dulce que es casi imposible pararse de mal humor con él... "mommy sit bed" (para que me siente en la cama), me coge el dedo índice y lo hala con todas sus fuerzas, mientras insiste "mommy, up, open shades" (mamá párate y abre las persianas). Si no me paro en seguida continúa halando hasta lograr separar la falange de la falangina y la falangeta de mi pobre dedo... de ahí me levanto y abrimos las persianas para decirle buenos días al sol y comenzar con nuestra rutina.

Pipí. 3 vasos de agua, mis vitaminas. Cuando le digo a Sam que voy a cambiarle el pañal, a veces va hasta el gabinete del baño, donde los guardamos, saca uno, y lo pone en la cama. Usualmente sale corriendo y me dice "mommy got you" (mami te atrapé), para que yo vaya a perseguirlo y lo atrape... De ahí hago mi Saludo al Sol,  que me toma unos 5 minutos a lo sumo y me hace sentir taaaaaaaaan bien. Además a Sam le divierte pasar debajo de mi como si yo fuera un túnel, o montarse encima de mí para que le haga caballito y así ambos nos divertimos.

El otro día mientras hacía yoga en la mañana, me sentí transportada por un momento al aula del  club de yoga de la Universidad Central de Venezuela, donde practiqué durante varios años. Los que han tomado clases de yoga habrán notado que se oye la respiración de todos lenta y pausada casi al unísono. Es un sonido muy especial y sereno. Cuando me giro y veo a Sam respirando como yo no pude evitar echarme una carcajada...

Aquí les dejo un video sencillo y muy bien explicado del Saludo al Sol, a ver si se animan :) Luego me cuentan qué tal...







Foto bajo licencia Creative Commons, algunos derechos reservados, cortesía de Photosavvy

Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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