Quizás no lo sepas, pero nací en el Líbano, por lo que de pequeña me tocó vivir escenas de guerra. Mi familia entera -un total de nueve personas incluyéndome- pasó nueve meses escondida en un cuartito bajo la escalera en casa de mi abuela, gracias a los bombardeos constantes de los años ochenta. Recuerdo estar consciente de lo que pasaba, recuerdo haber corrido junto con mi hermanita a escondernos bajo el piano de mamá cuando cayeron bombas. Recuerdo el hueco inmenso en medio de la puerta del comedor de mis abuelos paternos y el ventanal de la cocina de mis abuelos maternos destrozado en mil pedazos cortesía de la guerra. Sabía lo que pasaba.

Y desde ese dolor, hoy vivo con impotencia desde Barcelona, España, ciudad que amo, y en la que resido actualmente, los acontecimientos que ocurren en mi amada Venezuela, país que acogió amorosamente a mi familia a inicios de los noventa, y del cual guardo agradecimiento, preciosos recuerdos y mis más queridos amigos.

Millones de familias venezolanas están viviendo en un estrés extremo y preguntándose cómo afrontar la situación junto con sus niños que están constantemente expuestos a relatos violentos, adultos preocupados, angustiados, aterrados, llenos de ansiedad, recurrí a varios amigos defensores de la crianza respetuosa, profesionales de diferentes disciplinas, autores y bloggers para juntos poner un poco de luz sobre el tema.

Todos están al tanto de lo que sucede ahora mismo en Venezuela así que les hice las siguientes preguntas. He publicado a continuación las respuestas de tres de ellos y en la medida en la que reciba respuestas de más colaboradores, las iré publicando en entradas sucesivas.

Te agradezco encarecidamente que compartas este artículo para que llegue a cuanta gente sea posible y que puedan resguardar lo mejor posible emocionalmente a sus pequeños.

¿Cómo puede afectar esta situación a nuestros niños: el hecho de escuchar a los adultos hablar continuamente de lo que ocurre, el tener la tele o la radio encendida con discursos violentos, noticias, etc.? ¿Qué nos aconsejas hacer en medio de esta violencia?

Todos hemos visto la película de Roberto Benigni La vita è bella, en la que relata la historia de un padre que acaba en un campo de concentración junto a su hijo de cinco años, y mediante el juego y la fantasía le hace creer que se trata de un gran juego, intentando que no se entere muy bien del horror que ocurre a su alrededor. Al final lo logra. 

¿Qué recomendarías hacer a los papás que viven situaciones de guerra u horrores similares como lo que se está viviendo en Venezuela ahora mismo de cara a sus hijos? ¿Te parece más sano "disfrazar", ocultar o "suavizar" la realidad para que no se enteren de lo que sucede, o crees más sano narrar y ayudarles a elaborar la realidad en un lenguaje adecuado a su edad?

"Yo siempre soy partidaria de decir la verdad a nuestros hijos, por muy cruda que ésta sea, con palabras adecuadas a su edad. A la misma vez es importante proteger el ambiente familiar, seguir poniendo el corazón y el amor en la crianza, explicar que es una situación no querida pero ante la cual vamos a sacar todos los recursos que tenemos, unidos, que juntos podemos darnos mucho apoyo y sostén. 
Me informaria lo justo y necesario para nuestra seguridad y dependiendo de la edad de los hijos hablaría también lo justo, dejando las relfexiones largas para los momentos de intimidad con los adultos. Pero es muy fácil decir esto sin estar sumergida en la situacion que se está viviendo ahora mismo... Es mi humilde opinión, espero que sirva."
Mónica Manso Benedicto es madre, doula, coach y terapeuta PNL, fundadora de Maternidad Consciente.

"Que los niños estén escuchando o viendo noticias violentas puede tener un efecto pernicioso sobre ellos. Pero sobre todo condicionado por cómo los adultos les expliquemos la situación. Es importante darles la información adecuada a su edad, y explicarles que los mayores estamos para protegerles y les vamos a proteger. 
No creo que disfrazar la realidad sea positivo porque sobre todo los adultos sí viven con miedo y ansiedad la situación. ¡Y los niños esto lo sienten, son todo un radar emocional como sabes!! 
Los daños pueden ser sobre todo de reacciones fisiológicas de miedo, ansiedad, desconcierto. Y también una sensación de indefensión. Por eso los padres tenemos que explicar, ayudarles a integrar la información, y darle un principio y un final. Esto lo explica Daniel Siegel, los niños necesitan comprender... Si no, crecen con una desconexión de información entre lo vivido, sentido y explicado."
Diana Sánchez Sánchez es madre, psicoterapeuta, psicólogo perinatal, sexólogo y monitora de Pilates.

"No atosigar (ni atosigarnos) con exceso de información, intentar explicar lo que está sucediendo, incluyendo explicar el punto de vista del "contrario". Y no odiar, para no transmitir odio. Queremos un futuro de paz, y la paz no se construye desde el odio.

No, no me parece sano disfrazar la realidad, porque sin duda le estaremos enviando mensajes contradictorios. Creo que hay que explicarlo con palabras adecuadas, intentando estar tranquilos para poder transmitir tranquilidad a nuestros hijos. Sí veo un caso en el que disfrazar la realidad estaría justificado: en el terrible caso en el que la posibilidad de muerte fuera muy alta (que es lo que sucede en la maravillosa película que mencionas). Si vamos a morir, no es necesario, en mi opinión, que el niño sea consciente de eso. Podemos disfrazarlo y hacerlo lo más divertido posible."
Carlos Costa Portela es padre, ingeniero, blogger y coautor del libro Una Nueva Paternidad, (Editorial Pedagogía Blanca, 2013).

Para finalizar esta entrega, reproduzco las recomendaciones pertienentes a los niños, ante los hechos de violencia que ocurren en Venezuela, emitidas por la Federación de Psicólogos de Venezuela:
  • Trate de no exponer a los menores a expresiones de violencia. No lleve niños a marchas y manifestaciones.
  • Proteja la integridad física y psicológica de los niños, adolescentes, ancianos, enfermos y personas con discapacidad.
  • Trate de mantener los hábitos y rutinas de los niños en el hogar y la escuela*. No descuiden su alimentación y descanso.
  •  Diga a los niños sólo los detalles concretos y básicos de las situaciones políticas, de forma que ellos los puedan entender. No dramatizar, ni tampoco simplificar: la política implica comprender conceptos complejos. No se trata de apoyar a un equipo de fútbol. Todo a su tiempo. Ya irán desarrollando su propio criterio, a medida que crezcan. Aproveche esas experiencias creativas para invitarlos a contar sus historias sobre lo que ven y sienten con lo que ocurre.
Puedes leer el resto de las recomendaciones de la Red de Apoyo Psicológico de la Universidad Central de Venezuela emitido por la Federación de Psicólogos de Venezuela aquí.

* Me permito comentar, con todo respeto acotar, que de estar en esa situación, yo no llevaría a un hijo a la escuela. 

Desde aquí quiero dar las gracias a Mónica, Diana y Carlos por su contribución a este artículo.

¿Y tú qué opinas? ¿Tienes algún consejo para las familias que estén viviendo esta terrible situación ahora? Cuéntanos en los comentarios y ayúdanos a difundir esta información. Pendiente de nuestras próximas entregas.

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Foto Jorge Silva/Reuters

Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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