Mucho hemos hablado en Amor Maternal de cómo iniciar la alimentación complementaria, sin embargo, aún no hemos tocado el tema de las bebidas indicadas para niños pequeños.

Como madre -y si cabe, más aún como odontólogo- me gustaría tocar este tema desde varias perspectivas. Por un lado, el referente del "nivel" de dulce que gusta a un niño, es por excelencia el de la leche materna, por lo que debemos tomar esto en cuenta a la hora de ofrecer bebidas a un niño. 

Pensemos entonces, en las implicaciones de dar a nuestros hijos bebidas azucaradas, bien sean zumos, naturales o no, o gaseosas. Si ofrecemos algo que es más dulce que la leche materna, estamos básicamente aumentando el umbral de dulce que pueden tolerar, y que les va a gustar.

¿Cuál es la bebida ideal para bebés y niños pequeños?

Ya sabemos que a partir de los 6 meses cumplidos, podemos comenzar con la alimentación complementaria o ablactación, lo cual implica continuar dando el pecho a demanda, complementándolo con alimentos sólidos y ofreciendo también agua de beber, siempre una agua adecuada, de baja mineralización. 

¿Cómo hacer para que los niños beban agua?

En mi experiencia, cuando mi hijo comenzó con la alimentación complementaria, no aceptaba beber sólo agua, probablemente porque la lactancia a demanda suplía todas sus necesidades. Más adelante, comencé a darle limonada - principalmente porque le aporta vitamina C- pero muy, muy poco endulzada, de modo de no acostumbrarlo a un sabor muy dulce. De hecho, no la endulzaba con azúcar refinada, sino con papelón, o panela, un precursor mucho menos procesado que el azúcar, proveniente de la caña de azúcar.

A la vez, seguía ofreciendo agua, siempre bebía agua delante de él, llevaba una botella de agua en la cartera siempre, y tenía otra al lado de la almohada por si me daba sed de noche. Con el pasar de los meses, comenzó a beber agua también. Ahora, cuando se levanta de noche, a veces pide pecho y otras veces, coge la botella de al lado de la almohada y bebe solito y vuelve a caer dormido.

¿Es bueno darle zumos de fruta a los niños?

Recientemente vi una excelente ponencia titulada Sugar, The Bitter Truth, en la que el endocrinólogo Dr. Robert H. Lustig, explicaba el daño que causaba la ingesta de fructosa no acompañada de fibra. Comparaba sus efectos con los del consumo excesivo y prolongado de alcohol, con algunas salvedades, como por ejemplo, la ebriedad, entre otras. Cuando bebemos un zumo industrial, al ser colado, o concentrado, estamos básicamente ingiriendo el agua de la fruta, alguna vitamina o fructosa añadida, y cero o muy poca fibra. Pueden ver el documental completo aquí, y seguro que les esclarecerá por completo este punto.

Por otra parte, al tomar un zumo, estamos ingiriendo en un par de sorbos, una cantidad de fruta, que de sentarnos a comerla en piezas, no nos cabría. Por ejemplo, un zumo de naranja tiene de 3 a 6 naranjas por vaso. ¿Podrías sentarte a comer 6 naranjas seguidas? Carlos González habla de ello en su libro Mi Niño No Me Come.

Creo que no es necesario aclarar por qué no darle a un niño bebidas gaseosas, de la leche ya hemos hablado en un artículo anterior, los tés e infusiones deben ser escogidas cuidadosamente (no ser estimulantes, recordando los efectos de cada una y tomándolo en cuenta antes de la ingesta), preparadas también con un agua adecuada, y evidentemente sin endulzar o muy poco dulces.

¿Por qué es importante que el agua sea la principal bebida de un bebé o niño aparte de la leche*?

(*Hablo de leche materna en niños amamantados, o fórmula si son alimentados con biberón)
El agua mantiene una correcta hidratación de nuestro organismo, favoreciendo la salud general, de la piel, funcionamiento renal, digestivo, etc. sin aportar calorías vacías -como ocurre con las bebidas azucaradas- lo cual contribuye a disminuir el riesgo de incidencia de la obesidad infantil. El gusto por lo excesivamente dulce, también trae consigo como consecuencia, si satisfacemos esos antojos de tener siempre algo azucarado en la boca, sea un zumo, un caramelo, un pastel, galleta, o similar, el aumento del riesgo de incidencia de la caries dental (aunque aquí influyen además, otros factores), tal y como comento siempre en mis cursos para padres.

Así que ya lo saben: el agua es muy importante como bebida, tanto para mamá, como para los peques.

¿Ustedes qué bebidas ofrecen a sus peques? 


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Louma Sader Bujana

Es autora de múltiples bestsellers, entre ellos Reflexiones sobre Crianza Respetuosa, y Happy Agenda, así como creadora de diversos cursos pioneros que devuelven el bienestar y la fluidez a la relación madre-hijo. Es, además de Licenciada en Odontología, con un enfoque en la educación y prevención, la fundadora de Amor Maternal, y de la Academia de la Crianza Respetuosa. Se ha especializado en marketing y emprendimiento online, ofreciendo consultoría para profesionales y pequeñas empresas.


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